lunes, 9 de julio de 2007

ENTRE ESOS TIPOS Y YO HAY ALGO PERSONAL(MI BATALLA... SEGUNDA PARTE)

Con el permiso (o sin el) del gran juglar de hispanoamérica, voy a utilizar el título de una canción de Serrat que describe de forma contundente lo que a continuación, voy a narrar, la canción viene en un disco espectacular que lleva el nombre muy apropiado también, CADA LOCO CON SU TEMA, (debí usar ese ¿no les parece?), bueno el gran Serrat parece que tiene una para cada ocasión, lo cierto es que continuando la narración de mi refriega personal con los atm, mi trabajo en el mercantil, al parecer era bueno así que me gané algo así como una promoción, me designaron, imaginense, custodio de los atm mi trabajo consistía en hacerle el mantenimiento y equipar los cajeros todos los días, se puede decir que conozco al enemigo por dentro, durante mi estadía en el banco no pasó nada que me incomodara con ellos al contrario siempre aproveché las ventajas de estar en banco todo el día.







Pasado el tiempo me fuí al Banco Caracas(hoy fusionado con el Venezuela), pero mi trabajo allí se fué por otra vía, luego de 4 años me fuí y no volví a la banca, un buén día luego de años sin tener cuenta bancaria decidí abrir mi cuentica en el BOD, eso fué en diciembre del año pasado, y por supuesto me dieron mi tarjetica de débito, mejor que la hubiera rechazado, comenzó mi via crucis estos tipos comenzaron una guerra con éste servidor, cómo si yo les hubiese hecho algo


la promotora de servicios me entregó la tarjetica y me dice que ya puedo utilizarla que pida un saldo en el cajero que está afuera, me dirijo al mismo y introduzco mi tarjeta y... cliinnnn suena la campana.


Primer Round:El coso éste me pide la clave la cual marco en el teclado, el coso me pide el tipo de cuenta, la marco, el coso me dice que por medida de seguridad marque los 2 últimos dígitos de mi cédula, yo contesto, espero y me dice que no puede hacer la transacción los números son inválidos, a vaina no me sé la cédula después de cuarenta años no me sé el número de mi cédula ,¿ será un principio de alzhaimer?, coño no creo, marco de nuevo, negativo ¿y entonces?, ahora me pide los dos primeros , los marco y nada son también inválidos, verrrrga, la presión se me subió a mil, me devuelvo a el escritorio de la promotora, le explico, insólito no había estrenado mi tarjeta y ya estaba llenando mi primer reclamo, dioooos¡, espere 24 horas y vuelva a intentar, será entonces pensé, suena la campana termina el primer asalto, gana el cajero 1-0.
Segundo Round:Una vez solucionado el impasse con la tarjetica pues me dediqué a usarla y sin mayores contatiempos sacaba dinero, hasta que un 31 de Diciembre, encontrandome con la Curisloca de mi sobrina Heddymar, volvimos con el estira y encoge, los últimos dos números de mi cédula, inválidos, ¡que vaina hay vamos again!, que si los dos primeros, que si sácala y métela de nuevo(parecía una canción de regueton), bueno total que gracias a mi super sobrina cursiloca, logré zafarme del embrollo y logré sacar plata, diooos!, estos aparatos me están volviendo loco, digamos que fué empate esta vez.
Tercer Round:Pasado el tiempo, me tocó la suerte de ir a sacar plata con la tarjeta de mi amada esposa, como es usual en ella para conmigo, me anotó todo, clave, tipo de cuenta( el número de su cédula me lo sé de memoria desde hace mucho), ya que es casi igual al mío salvo los últimos tres dígitos, el asunto es que el dinero era para cancelar en un taller mécanico, el arreglo del carro, lo que les debe indicar que fuí a pie.
Llegué al sitio y empieza mi calvario, ¡Tremenda colaaaa!, bueno ni modo, me toca el turno y vuelve a sonar la campana: vamos al centro del ring, chocamos guantes, último round, lanzo el primer trancazo y fallo, clave inválida, ahh bueno y la tengo escrita de puño y letra de la dueña de la cuenta, recibo un jab directo a la cara, lanzo un gancho y vuelvo fallar: números de cédula inválidos, trato de rematar y recibo gancho al hígado: su operación no puede realizarse intente más tarde, quedé aturdido , adolorido, veo borroso, me retiro un poco dejo que otra persona pase y el bicho funciona perfecto, continuo, me vuelven a zarandear, ¿y entonces dios mio?, llamo a mi esposa verifico los datos uno a uno, mientras el bicho ese le de real a raimundo y todo el mundo, baja la cola, me entrompo de nuevo y ¡zuas!, me manda a la lona, conteo de protección, el cajero deja de funcionar, los que están detrás de mi se pasan al cajero de al lado, ya me miran de forma sospechosa, se escuchan comentarios: "ese señor como que es pavoso", "tiene dos horas tratanto de sacar dinero y nada", "pero a los demás si les ha dado" tercia la otra, "¿pavoso?, si luisss, a lo mejor ese tipo anda en algo raro , tu sabes esos ladrones electrónicos y tal", me cambio de cajero, llega un señor al que acabo de abandonar y saca tranquilamente," ¡Ahh! pero si sirve dice la señora", otra miradita con risitas burlonas incluidas, baja la cola y le lanzo otro trancazo.... nada, igualito, no sabe, no contesta.
Vuelvo a llamar, preso de la histeria, mi esposa me dice que me calme, me enrumbo hacia el cajero anterior, hago la cola por enésima vez y voy con todo, ¡cataplam!, me recibe con un directo a la cara, clave inválida, cédula inválida, vete de aquí no te queremos pareciera el leit movit de estos terroristas electrónicos, me vuelvo a cambiar y toda la cola se cambia para el otro, me dejan sólo cuerpo a cuerpo, la gente avisa al que llega: no se meta en ese señora, "ese señor los hecha a perder cada vez que mete su tarjeta", a estas alturas ya el vigilante del banco anda merodeandome con cierta sospecha y le habla al aparatico ese con el que se comunican no se con quien y dice un montón de palabras y numeros al mismo tiempo, sudo frio, respiro profundo y le hablo a la máquina,¡OK hermano, está bien ganaste aprendí la lección!, disculpame, tú eres el que manda, necesito de tu servicio, el cual es muy necesario, ¿me puedes dar dinero por favor?, y ¡zuass!, todo perfecto, gracias le dije al finalizar... gana el ATM por K.O. técnico que llaman.
A estas alturas no uso ningún tipo de adminículos electrónicos bancarios, eso se lo dejo a mi esposa, no poseo cuentas ni tarjetas de débito y mucho menos de crédito, ese combate me retiró de la banca electrónica, voy al banco, hago mi cola por taquilla, no me estreso, me relaciono con la gente , hablo paja, hablo mal del gobierno, hago amigos, me encuentro a viejos conocidos, saludo al cajero que me atiende, en fin entre esos tipos y yo hay algo personal, lo palpé de forma dramática no tengo idea de cuando volveré a usar esas cosas, tal vez tenga que cicatrizar mis heridas de combate, no sé , no me preocupo, sólo paso de largo frente a ellos, adivino una sonrisa maliciosa, burlona dibujada en sus geométricas formas, me dá igual.....





MI PERSONAL BATALLA CON LOS ATM.....Bueno, aquí estoy andaba perdido pero bué, sucedió algo que me animó a escribir, a fines del mes pasado, exactamente el 26 de julio, pasé a formar parte de las estadisticas del fraude o robo electrónico, ¡si señores!, me clonaron mi tarjeta de débito (la cual uso muy de vez en cuando), ya saben, si leyeron mi crónica anterior habrán entendido que no me la llevo mucho con éstas máquinas y éstas tomaron venganza, parace que se ofendieron muchísimo con el comentario de que son un cajón sin alma, pido disculpas públicas a todos los ATM, (SIGLAS EN INGLÉS), ó CAJEROS AUTOMÁTICOS, pero ésta diferencia de criterios con ellos es de vieja data, éstos bichos, perdón, éstas maquinas llegaron a nuestras vidas tercermundistas, a finales de los gloriosos años ochenta, en esa época yo no soñaba con tener una cuenta, el primer banco que los trajo fué el MERCANTIL, y de verdad, fué un ¡palazo! todo el mundo quería una tarjeta ABRA24, ademas la estrategia publicitaria era genial, los comerciales te mostraban todas las situaciones que podías resolver gracias a los benditos cajeros, nos vendieron la comodidad y la facilidad, pipí, pipó y ya!, (así sonaban las teclas supuestamente), ponían a una viejecita, contenta sacando plata facilito, total la fiebre era increíble, pero como todas las cosas glamorosas, ingeniosas, nuevas, los atm primero pá caracas, y entonces tu escuchabas los cuentos de los caraqueños o de la gente que viajaba nada más que para ver cómo se usaban esos cajeros.








Ya habíamos empezado mal, primero caracas, emepezé a agarrarle rabia a la cosa, mi sobrino julio estudiaba en la USB, y residía en baruta, por supuesto le abrieron su cuenta mercantil y le depositaban su mesada, no tardó en pedir su tarjeta ABRA24, y bueno, el gran julepe me eneseñó cómo era la cosa, me contaba como había resuelto situaciones en las que de otra forma no hubiera salido ileso, incluso una muy embarazosa que tuvo que ver con el baño de la universidad, total llegaron los atm a maracay, y la fiebre se expandió cómo un virus tan sencillo que si no tenías la bendita tarjetica, equivaldría a no tener celular, email, msn,internet en ésta época, es decir no eras nadie, de pasapalo, al admitir que no tenías ese adminículo estabas admitiendo que eras un limpio, por lo tanto se hacía dificil conseguir chicas si no pasabas esa alcabala:¿que tal? ¿no tienes abra?, este... no... no la he sacado, pero...., lo último que veias era la espalda y el cabello de la chica batiendose como que si olías muy mal, alejandose tristemente la posibilidad de una salida, total que mi realidad se me estrelló en la cara, o mejor dicho el la billetera tenía que conseguir la bendita tarjeta, mientras, salir con el gran julepe suponia una ventaja, el hombre la tenía y resolvía después cuadrábamos, pero no podía segir así.








Así que llegó diciembre del año 1990, yo tenía un gripón increíble, tosía y el pecho me sonaba cómo si estuviera tocando batería, lo peor era que me daban crisis de tos que duraban una eternidad, para variar andaba limpioooooo! y sin trabajo en pleno diciembre,¡que cuadro!, un día sábado 16-12-1990, tirado en la cama con un pañuelo con mil kilos de mucosidad, apareció mi hermano Eloy preguntando por mí, le dijeron que pasara a mi cuarto y me lanzó la gran noticia, Robinson Ramirez, le preguntó que estaba haciendo yo, Robinson era gerente de la oficina del banco mercantil, en la av. aragua y gran amigo de la familia, le dijo que había un puesto vacante, que llevara el resumen curricular el lunes en la mañana, me alegró el día y jalé el lunes con mis deseos, me presenté como un loco, pantalones rotos, sin rasurar, lentes oscuros, sin cortarme el pelo, robinson ni leyó el papel, se lo dió a la secretaria y me dijo: ¡Bueno marlito, vaya y bañese, rasurese, peinese, pongase una corbata y vengase!, y yo con cara de gafo me quedé frio, ¿corbata?, me regresé a la casa, como vivía cerca hice todo rápido me puse una corbata delgadita de las que estuvieron de moda en los ochenta, y regresé llené el papeleo y voilá¡ estaba trabajando en el mercantil, con 2 cajeros atm, ¿que tal?, me abrieron mi cuenta nómina y me dieron la tarjetica, uno de los días más felices de mi vida.







En la primera quincena, por fin la estrené, una maravilla, andaba por la calle con cara de sobrado, tenía mi tarjeta abra, tremendo niño jesús, no me paraba nadie, el mundo estaba a mis pies, parecía a Di Caprio en la escena de titanic, claro versión latina, i´m the king of the world, todo iba bien, tenía empleo y mi tarjeta,¡ mas nada, se acabó el pan de piquito!, a veces pasaba por cualquier cajero y me bajaba nada más a pedir saldo, para que vieran que yo también pertenecía al selecto club, el festin duró poco, el club no era tan selecto, ya pasada la furia me enteré que a todas las cuentas nominas les daban tarjeta abra, manpa, elecentro, envases venezolanos, todos los obreros de venezuela, tenían abra24, se acabó el glamour, se proletarizó, el uso del cajero, colas infernales los fines de semana y las quincenas, aunque yo tenía ventajas, igual ya no era lo mismo, el deterioro por el uso y el abuso en los atm pasó factura, los reclamos estaban a la orden del día, éstas máquinas estaban diseñadas para dispensar dólares no los devaluados bolivares me explico, no es igual dispensar cien dólares que cien mil bolivares, la diferencia en cantidad de billetes es abrumadora, el atm trabaja el doble y la disponibilidad de billetes nuevos o no deteriorados era mínima, luego los lunes se escuchaban comentarios como: ¡el cajero me robó!,¡no me dió la plata!, ¡esos bichos se la pasan malos !, no les meten suficiente dinero!, la realidad era que estas máquinas no estaban hechas para saciar el deseo insaciable de los venezolanos de gastar, y de usar la bendita tarjeta,¡no hagas el retiro!, saca por el cajero, les juro, que había días en que la cola afuera de la oficina era interminable y adentro estaba sola, la gente dejó de usar la libreta de ahorros, conseguir un atm sin colas era labor de detectives, vigilancia, conocimiento del comportamiento humano, ¿a que hora la gente compra menos?, o simplemente datos fidedignos, una buena fuente; ¡el de la alcaldía se la pasa solo!, y siempre tiene plata!, ¡el del fung y hung de la sucre, como las pantallas estan rayadas la gente cree que están malos, pero los bichos funcionan!, mi ventaja era considerable, tenía el teléfono de los panas que hacian mantenimiento, una llamada y chas! lograba obtener la valiosa información confidencial, ya sabía donde estaban los atm operativos y full de plata.





En fin, las cosas en vez de facilitarse se convirtieron en un martirio, peor fué cuando se empezaron a usar en puntos de venta, comenzó la era del fraude electrónico y con ella vino la quejadera:¡esos tipos de los bancos son unos ladrones!,¡yo no hice ese retiro!, una vez llegó un trabajador de una empresa con un reclamo, yo lo atendí el señor presentaba una operación en una estación de servicio, es decir supuestamente el sr. habia comprado gasolina con la tarjeta abra, la cara del hombre fué de pronóstico, me dijo amigo ¿desde cuando las bicicletas usan gasolina?, sólo me quedó procesar el reclamo y ver que le devolvieran su plata , la verdad sea dicha, éstas peripecias a causa de la tecnología siempre me han causado estrés, y poco a poco se fué incubando en mí un serio problema que más tarde causaría una de las confrontaciones más inauditas con estas máquinas, pero esa es otra historia....